EL PROCESO PRECONCURSAL

EL PROCESO PRECONCURSAL

En el complejo mundo empresarial, la gestión financiera a menudo se encuentra con desafíos que pueden poner en peligro la estabilidad de una empresa. Ante estas dificultades, el preconcurso de acreedores emerge como una herramienta estratégica crucial, proporcionando a las compañías una vía para abordar sus problemas financieros antes de llegar a la insolvencia total. A continuación, exploraremos en qué consiste este proceso y las diversas fases que lo componen.

¿Qué es el Preconcurso de Acreedores?

El preconcurso de acreedores se encuentra regulado en el Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal (TRLC). Se trata de un procedimiento legal que permite a las empresas en dificultades financieras iniciar negociaciones y acuerdos con sus acreedores antes de llegar a un estado de insolvencia irreversible. Este mecanismo busca evitar la liquidación de la empresa, permitiéndole reestructurarse y recuperarse de manera ordenada sin tener que entrar en un proceso de insolvencia más complejo.

Fases del Preconcurso de Acreedores:

  • Detección Temprana de Problemas Financieros

Todo comienza con la identificación temprana de dificultades financieras por parte de la empresa. Este paso es crucial, ya que permite abordar los problemas proactivamente antes de que se vuelvan insostenibles.

  • Presentación de la Solicitud de Preconcurso:

Si las medidas extrajudiciales de reajuste económico llevadas a cabo por la sociedad no solventan la situación inminente de insolvencia, ésta puede presentar formalmente una solicitud de preconcurso. Este acto, que deberá cumplir los requisitos formales establecidos en el artículo 583 y siguientes del TRLC, marca el inicio de un período inicial de 3 meses, prorrogables otros 3 más si se alcanzan unas mayorías, durante el cual la empresa obtiene protección legal para llevar a cabo negociaciones sin el riesgo inminente de ejecuciones judiciales que afecten a los bienes de la actividad.

  • Negociación y elaboración del Plan de reestructuración:

En esta fase, la empresa inicia negociaciones con sus acreedores y otras partes interesadas con el fin de preparar un plan de reestructuración de la deuda, en el que se detallarán las medidas de reestructuración y societarias que se adoptarán, los créditos que se verán afectados, los efectos sobre los contratos vigentes, etc. La ley introduce en esta fase la figura del experto independiente, el cual intervendrá en la elaboración de dicho plan de reestructuración a solicitud de la empresa.

  • Elaboración y Presentación del Plan de reestructuracion:

Una vez elaborado dicho plan se someterá a la votación de los acreedores, que serán clasificados previamente por clases, y si se prevé que su contenido afectará también a aquellos acreedores que no hayan votado a favor del plan, éste deberá someterse a homologación/autorización judicial.

  • Decisión Judicial y Homologación del plan de reestructuración:

El Juzgado analizará si el plan cumple con los requisitos formales y de contenido previstos en la norma, y dará traslado a los acreedores, a fin de que los que no hayan votado a favor puedan impugnarlo, bien porque entiendan que se han incumplido requisitos formales relativos a la comunicación o la formación de las clases, u otros de fondo, tales como que el deudor no se encuentre en situación de insolvencia probable, inminente o actual, o que el plan no ofrezca una perspectiva razonable de evitar el concurso, entre otras causas previstas en la norma.

  • Ejecución del Plan:

Una vez homologado el plan, se procederá a la ejecución del mismo implementando las medidas acordadas. Este paso marca el inicio de la fase de recuperación financiera de la empresa.

Conclusión:

El preconcurso de acreedores no solo es un mecanismo legal para evitar la insolvencia, sino también una estrategia que permite a las empresas abordar sus problemas financieros de manera proactiva y estructurada. Con un enfoque preventivo, este proceso ofrece a las empresas la oportunidad de recuperarse, preservando empleos, activos y contribuyendo a la estabilidad económica. La clave reside en una detección temprana, negociaciones efectivas y la implementación exitosa de un plan de reestructuración aprobado por las partes involucradas y el sistema judicial.

La experiencia del equipo jurídico de AUXIA nos distingue a la hora de encaminar adecuadamente estas situaciones.